id

feva

chu

CONTENIDO
REPORTAJES
ENTREVISTAS
SOCIALES
BUZÓN DE SUGERENCIAS
CURIOSIDADES DEL
UNIVERSO...
guia GUIA HOLÍSTICA PROFESIONAL
directorio DIRECTORIO
ESOTÉRICO
CARTAS
A  LA
REDACCIÓN
ENLACES
de Interés
(Links)
LOS
COMENTARIOS DE CUPERTINA
AGENDA HOLÍSTICA
LIBROS!!
Busque su pareja
 perfecta en el amor...
TABLA DE AFINIDADES
¿Libre albedrío o destino?

Por  astr. Rosa Pezzuti - 
La Palma, Islas Canarias
Sé que lo que me propongo con este artículo puede dar pie a un intenso debate y, en cierto modo es justo lo que busco, cuestionar lo que, para muchos, puede ser una verdad absoluta. Poner a prueba un nuevo análisis para así llegar a romper esos paradigmas que, para algunas personas, entre las que me encuentro yo misma, pueden ser incómodos como planteamiento.
 
Parto de la famosa frase: “los astros influyen pero no determinan” (del astrólogo y matemático inglés Robert BURTON, 1577-1640). A continuación pasaré a desglosar su contenido.
 
Para los astrólogos la primera parte de la frase, ‘los astros influyen….’, representa la base fundamental sobre la cual se sustenta el estudio de la Astrología.

El descubrimiento realizado en 1954 por BURKE y FRANKLIN de que Júpiter emitía intensas ondas de radio en la banda de onda corta, en forma de bruscas oscilaciones, provocó gran sorpresa en los medios especializados de la época, reforzando de forma secundaria el planteamiento de la Astrología. Dando pie a que numerosos investigadores se pusieran a estudiar sus señales, detectando emisiones de radio y campos magnéticos de diferentes magnitudes en todos los planetas, desde Mercurio hasta Saturno (excepto en Venus).

Ya no podemos decir, pues, que los planetas carecen de influencia. Directa o indirectamente actúan sobre la Tierra.
 
 En el instante en que nacemos el cielo presenta un aspecto determinado, que puede describirse gracias a los anuarios astronómicos. ¿Determinado?
 
Pero el planteamiento que quiero evidenciar es: ¿En qué medida los astros no determinan al hombre en la Tierra? La cuestión de la ausencia de determinismo Tolomeo ya había demostrado su rechazo desde la quinta frase de su Centiloquio: “Aquel que conoce la naturaleza de los astros, puede fácilmente desviar sus malos efectos, sabiendo ponerse en guardia contra su influencia maléfica, antes de que se manifiesten estas”. ¿Es medible en porcentaje el poder desviar sus efectos? ¿Un 40% y 60%, un 50% y 50%? ¿Existe una tabla con la que uno pueda guiarse?
 
Y los que por obvias razones desconocen la naturaleza de los astros, ¿pueden desviar sus malos efectos y así evitar los presagios?
 
La segunda parte de la frase ‘…pero no determina’ es la manzana de la discordia para mi. Sigo insistiendo, ¿en qué porcentaje? ¿Tiene el individuo la posibilidad de escoger (lo que se conoce como ‘libre albedrío’)?
 
Pero sigamos en el estudio de esta dicotomía “los astros influyen pero no determinan”. Dicotomía que queda mucho más patente en cuanto se realiza el estudio anual de la revolución solar. Al analizar las influencias de un astro en particular nos encontramos con hechos puntuales que, se quiera o no, marcan el camino del individuo.
 
He aquí la pregunta ¿qué hace que ese hecho en particular se dé? ¿La influencia del astro? ¿O es el libre albedrío? Un ejemplo será mucho más clarificador.
 
Si en el año en estudio, según el astrólogo, se evidencia una posible reducción en lo que respecta a la entrada de dinero, ya sea porque se queda sin empleo, o porque su pareja ya no percibe el mismo sueldo, ¿se puede afirmar que la influencia del astro no ha sido determinista? ¿El individuo pudo evitarlo? ¿Tuvo libre albedrío?
 
Otro caso nos ayudará a aclarar las ideas. Usemos, ahora, un astro en particular. Plutón en Casa 4, y claro está, si el resto de la Carta así lo confirma, o mejor dicho, nos guía hacia esa conclusión, nos estaría hablando de un posible traslado de un hogar a otro.
 
Hay un sinfín de hechos que se podrían enunciar, sin embargo, voy a dar uno en particular, el mío, sin ir más lejos. Como astróloga me apasiona disertar sobre los diferentes aspectos que están señalados en los Mapas Astrales. Pero mejor sigo con mi ejemplo.
 
Escrutando el cielo de mi revolución solar para el año 2005, buscaba, por qué no decirlo, señales muy específicas de una posible relación romántica. El estudio produjo conclusiones muy inesperadas, en cuanto hablaban de cambios que no había contemplado con anterioridad.
 
Por un lado, no sólo señalaban el encuentro amoroso, sino que, además, presagiaban el irme a vivir al extranjero, ya que mi posible pareja residía allí. Aquí no debo sino volver a la manzana de la discordia, ¿fui influenciada por los astros, pero no compelida por ellos?
 
Posteriormente, teniendo a disposición los datos, y siendo fiel a mis inquietudes, y en busca de respuestas, me propuse como tarea el constatar qué estarían evidenciando los astros para ese mismo año de revolución solar, a mi ‘posible’, perdón, pareja, para que la sincronicidad fuera un hecho.
 
Esta vez no fue ninguna sorpresa para mi verificar, cómo en su Carta, la Casa 5, que marca las relaciones amorosas, estaba activa, con un Neptuno hablando de una ‘posible’ ilusión romántica, con una Casa 9, de los viajes, con una Luna lista para el despegue al extranjero al encuentro amoroso.
 
Si he sido algo poética es porque la Astrología, a través de su simbología, lo hizo posible.
 
Para finalizar surge natural la pregunta, ¿porqué, si muchos astrólogos, poseedores de estas herramientas, como son la revolución solar, los tránsitos, las progresiones, arcos solares, detectando 'posibles' acontecimientos poco favorables en sus cartas, deciden, para las fechas, viajar a otras latitudes donde el acontecimiento sea más favorable?
 
Por mis investigaciones me inclino a pensar, aunque no pase a la posteridad, que la frase sería algo así como: ‘los astros influyen, pero no determinan la forma en cómo vivirás los acontecimientos’, aquí es donde puede radicar nuestro libre albedrío.
 
Evangeline ADAMS, publicó, en 1927, una obra astrológica, ‘Your Place in the Sun’, mitad tratado, mitad reflexión filosófica acerca de nuestra disciplina. Concluye con un capítulo titulado ‘Libre Albedrío contra Destino’ (cuya idea encuentro apta para concluir mi reflexión), donde escribe: ‘El conocimiento es la clave del poder y la Astrología abre la cerradura de la verdad. Conociendo la línea general de nuestro destino…podemos evitar lo que nos amenaza, gracias a nuestro libre albedrío…o aprovechar al máximo las posibilidades que se nos ofrecen’.
abril de 2010
Rev. Dig. UNIVERSO Nueva Era

articulos Pulse aquí para volver a artículos
portada Pulse aquí para volver a portada