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LA ESTRELLA DE BELÉN Y NUESTROS PREDECESORES, LOS REYES MAGOS
Por astr. Rosa Pezzuti - La Palma, Islas Canarias
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No
es de extrañar que aún sea tema de debate e
investigación, así como de numerosos estudios, la
estrella que anunció el nacimiento de Jesús a los
astrólogos, perdón a los Reyes Magos.
Los Reyes Magos son, para la Biblia, un enigma. Según Philon de
Alejandría, judío platónico que comentó los
escritos hebreos que denominamos Antiguo Testamento murió en el
año 50 d.C., lo que significa que vivió en la
época de Cristo y escribió unas observaciones muy
interesantes sobre los Magos como científicos: “Entre
los persas sé que existe la Orden de los Magos, que investigan,
en silencio, los hechos de la Naturaleza para obtener conocimiento
sobre la verdad y, a través de visiones más claras que
las palabras, dar y recibir revelaciones de la excelencia divina”.
Según Philon, los magos buscaban en el Cielo y en la Tierra fenómenos que predijesen el porvenir.
Tres teorías principales intentan explicar, en la actualidad, de
forma científica, el fenómeno de la Estrella de
Belén.
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Tratemos de buscar los
hechos como nos vienen relatados por la Biblia. Leyendo el Evangelio
según Mateo, donde encontramos la primera referencia a la Estrella de
Belén: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del Rey herodes,
vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ‘¿dónde está el
Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el
Oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto el Rey Herodes se turbó y
toda Jerusalén con él” (Mateo 2:1-3). |
Relicario de los Reyes Magos
en la Catedral de Colonia |
Lo primero que podemos sacar
en limpio es que es evidente que no se menciona cuántos fueron los
Reyes Magos y mucho menos que fueran reyes, solamente habla de magos.
Pero sigamos con la cita: “Entonces Herodes llamando en secreto a los
Magos, indagó, de ellos, diligentemente, el tiempo de la aparición de
la Estrella enviándolos a Belén”.
Michael Molnar, astrónomo que ha investigado durante
décadas la Estrella de Belén y los Reyes Magos,
destaca que, a nivel histórico, se tiene bastante
información sobre los Magos, eran sacerdotes
zoroástricos, sacerdotes-astrólogos, practicaban la
Astrología.
El término griego Μαγός
se utiliza, en este caso, para referirse a hombres sabios o, más
específicamente, hombres de ciencia, es decir,
astrólogos, astrónomos y matemáticos.
De la traducción de la tablillas babilónicas del rey
Amisaduka de alrededor del 1600 a.C. Schnabel obtiene datos
interesantes que arrojan nuevas luces a los datos astronómicos.
Entre estos acontecimientos, destaca la conjunción de
Júpiter y Saturno en Piscis, que tuvo lugar en el años 7
a.C., fenómeno que ocurre cada 900 años y que se le
denomina la Triple Conjunción porque enlazó en tres
ocasiones durante unos pocos meses (del 29 de mayo al 8 de junio, del
26 de septiembre al 6 de octubre y del 5 al 15 de diciembre), siendo
visible en todo el Mediterráneo.
| Este fenómeno tan
infrecuente pudo servirle a los Magos para iniciar su aventura hasta
Jerusalén en busca del Mesías. Para el catedrático Giovanni Magnani:
“en la antigua Astrología Júpiter era considerado como la Estrella del
Príncipe del Mundo y la Constelación de Piscis como el signo final de
los tiempos. El planeta Saturno era considerado en Oriente como la
Estrella Judía. Cuando Júpiter se encuentra con Saturno, en la
Constelación de Piscis, significa que el Señor del Final de los Tiempos
se aparecerá ese año en Israel”. |
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| Torre del Silencio en Yadz (IRAN) donde los zoroastrianos rindieron homenaje a sus muertos |
El segundo acontecimiento al que se hace referencia es a la casi
conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en Piscis, en el
año 6 a.C. El casi agrupamiento de estos tres cuerpos celestes
dentro de los 8º de Piscis ocurre una vez cada 800 años. En
la antigua Astrología, Piscis era asociado al pueblo
judío, Júpiter a la realeza y Saturno a la deidad
mesopotámica protectora de Israel.
La tercera teoría habla de una conjunción alternativa,
dada por Michael Molnar, quien defiende la existencia de una
conjunción de la Luna y Júpiter en Aries en abril del
año 6 a.C.
Muchas teorías actuales sugieren que la Estrella de Belén
no era, en realidad, lo que hoy denominaríamos una estrella,
sino un planeta, en cuanto que hace 2000 años se creía
que los planetas y las estrellas eran una misma cosa, con la
única diferencia que los planetas se movían. Los Magos
conocían bien los planetas pero los consideraban estrellas, de
hecho, el término planeta proviene de la palabra griega ‘plano’
que significa estrella errante. La Biblia occidental es una
traducción del griego antiguo en el que la palabra que se
traduce como estrella designa tanto a las estrellas estáticas
como a los planetas móviles.
Ciertamente esto no es un ‘The End’ de la historia sino,
más bien, pensemos en ello, una saga para el cine. La
Astronomía sigue dando pasos agigantados y, porqué no
decirlo, confirmando, si se puede aún más, el rol que
siempre ha jugado conjuntamente con la Astrología, para la
interpretación de acontecimientos tan relevantes como este. Si
estos descubrimientos hacen referencia o no a la Estrella de la Navidad
es cuestión de opiniones, lo que no podemos negar es que estos
hechos fueron los determinantes de la toma de decisión de los
Magos para emprender su larga aventura.
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septiembre de 2009
Rev. Dig. UNIVERSO Nueva Era
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